La persona que fuimos de Lolita Bosch

Una llamada telefónica hace que la narradora de esta historia de amor rememore una relación que marcó su vida años atrás en Ciudad de México, donde una tarde se sintió extrañamente alarmada por un suceso de su pasado...... Mondadori

"Una prosa audaz y rigurosa, visual y llena de luz, densa e intensa a la vez " Pons Puigdevall, El País

"Lo más sorprendente se su triple debut en la literatura es la homogénea y elevada calidad narrativa de sus ficciones y la madurez de un estilo que navega sin sobresaltos" Matías Nespolo, El Mundo.

"Celebramos el debut de Lolita Bosch, una escritora inesperada que cultiva una prosa singular y enigmática privada de falsas emotividades y con elipsis de hipnótica contundencia. " Gemma Casmajó, Avui Cultura

La autora
(Barcelona, 1970). Licenciada en Filosofía por la Universidad de Barcelona, ha residido en Estados Unidos, la India y México, donde obtuvo un master en Letras por la Universidad Nacional Autónoma de México.

Ha escrito literatura infantil y juvenil y novela, dentro del realismo, con más preocupación estilística que temática.

Comentarios

  1. ÁNGEL RODRÍGUEZ CARDEÑA7 de enero de 2012, 22:38

    LA PERSONA QUE FUIMOS
    Este libro me ha resultado extraño. No está escrito de forma habitual a como están escritas la mayoría de las novelas.
    La historia parece muy simple: el amor entre una pareja se ha acabado, pero no se queda ahí. En todo el libro hay como un aire de nostalgia que circula hacia un lado y hacia otro por algo que se ha perdido, por algo que fuimos y que ya no volverá más; y esta nostalgia la percibo en frases que hacen clara referencia a lo que se perdió, en fragmentos de obras de otros autores y en ciertas frases un tanto enigmáticas que hacen referencia a una filosofía existencial que también impregna toda la obra. Esta mezcla de formas lingüísticas es para mí muy novedosa en la literatura española actual. Es buscar nuevas formas de expresar ideas y sentimientos.
    El libro está escrito de forma que es un constante ir y venir. Está contando cosas que ocurren en diversos momentos y al no seguir una línea continua obliga al lector a realizar un constante ejercicio de reconstrucción de la historia, de emitir hipótesis sobre lo que va a ocurrir en función de lo que ha ocurrido pero que enseguida tiene que modificar a medida que va leyendo. El libro obliga al lector a una gran actividad mental. Eso es algo que consiguen muy pocos libros.
    Un libro interesante, novedoso y un tanto enigmático. Merece la pena leerlo.
    Ángel Rodríguez Cardeña

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Hasta que me orinen los perros de Fernando Ampuero

El último evangelio de Maryse Condé

El Somier de Luisa Castro